El hombre Como Ser Pensante Y Social
El hombre es ser pensante, porque razona, reflexiona, medita y crea, al ser gregario le permite interactuar, cultivarse y educar sus instintos innatos y es el trabajo y su influencia que lo ha llevado a crecer como ser pensante pero también a destruir lo que lo rodea.
- Cuales Son Las unciones Que Tiene La Razón?
El impulso fundamental que guiaba a la filosofía antigua –y aquí incluimos ahora tanto a escépticos como a académicos, estoicos o epicúreos– era un impulso moral: saber para saber vivir. Las diferentes escuelas discutían apasionadamente sobre cuál debería ser el criterio que guíe nuestra actuación en la vida, pero en lo que estaban de acuerdo era en que la sabiduría consiste esencialmente en obrar bien. "Vana es la palabra del filósofo —decía Epicuro— que no cura los sufrimientos del hombre. Pues así como no hay provecho en la medicina si no sirve para expulsar las enfermedades del cuerpo, no hay provecho en la filosofía si no expulsa los sufrimientos del alma". Incluso Aristóteles sostenía que si buscamos la contemplación es porque ella nos proporciona una felicidad superior. Para los antiguos, pues, "la teoría nunca es considerada como un fin en sí mismo; está clara y decididamente puesta en servicio de la práctica".
Esta visión moral de la sabiduría es la que predomina a lo largo de toda la Edad Antigua. No será sino hasta finales de la Edad Media y comienzos de la Moderna cuando cambie la concepción de la filosofía como forma de vida, y se convierta en un saber puramente teórico. A este respecto, son significativas estas palabras de Kant:
Desde hace mucho tiempo, una Idea oculta de la filosofía estuvo presente entre los hombres. Pero no la comprendieron, o la consideraron una contribución a la erudición. Si tomamos a los antiguos filósofos griegos, como Epicuro, Zenón, Sócrates, etc., descubriremos que el objeto principal de su ciencia fue el destino del hombre y los medios para alcanzarlo. Se mantuvieron pues mucho más fieles a la verdadera Idea del filósofo, que lo que ha sucedido en los tiempos modernos, en los que se encuentra al filósofo sólo como artista de la razón.
—¿Cuándo vas por fin a empezar a vivir virtuosamente? —decía Platón a un anciano que le contaba que escuchaba lecciones acerca de la virtud—. No se trata de especular constantemente, sino que hay que pensar asimismo de una buena vez en la aplicación. Pero hoy en día se considera soñador al que vive de una manera conforme a lo que enseña.
Me parece que el escepticismo antiguo preveía de alguna forma el peligro de lo que hoy en día podríamos llamar la profesionalización de la filosofía, y por eso insistía tanto en volver a Sócrates. La filosofía podía volver a caer, si no se hacía vida, en ejercicio sofístico. Sofistas los hubo en la era de Pericles y también en el siglo I de nuestra era, como atestiguan estas palabras de Séneca: "Considero que nadie prestó peor servicio al género humano que aquellos que enseñaron la filosofía como ejercicio mercenario". Son los que "transforman el amor a la sabiduría en amor a las palabras". Era importante, por ello, insistir, como hacía Porfirio (platónico del siglo III), en que "la contemplación beatífica no consiste en la acumulación de argumentos o en un depósito de conocimientos aprendidos, sino que (...) la teoría debe hacerse vida y naturaleza".
Tanto para escépticos como para platónicos, estoicos y epicúreos, por lo tanto, la filosofía era una forma de vida: doctrina hecha vida, no doctrina simplemente aprendida. Nos enfrentamos ahora con un punto delicado; algo que nuestra mentalidad moderna rechaza como por instinto. Para los antiguos filósofos, los dogmas y los principios metodológicos de su escuela no eran discutibles, ¡incluso los del escepticismo! En la antigüedad, sostiene Pierre Hadot, "filosofar era seleccionar una escuela, convertirse a su forma de vida, y aceptar sus dogmas". Se filosofa buscando una mejor comprensión de los dogmas, no buscando encontrar (como pretende Descartes) unos fundamentos indudables. Los antiguos –sobre todo los escépticos– sabían que el ideal moderno es inalcanzable, pues siempre partimos de certezas y de creencias. "El deseo es el que engendra el pensamiento" , afirmó Plotino en el siglo III. Es un mito la pretensión del conocimiento libre de supuestos y de intereses prácticos, como ahora sabemos gracias a Wittgenstein y a William James.
Nos hacemos una buena idea de lo que significaba ser filósofo en la Edad Antigua con los rasgos que señala Hadot: preocupación por el destino individual y por el progreso espiritual, afirmación sin transigencias de las exigencias morales, invitación a la meditación [sobre todo, de los dogmas de su escuela], invitación a buscar la paz interior. No es de extrañar, pues, que el cristianismo de los primeros siglos fuera considerado como una nueva filosofía; era una nueva forma de vida, sólo que con una nueva pretensión: la de ser una forma de vida revelada. Una concepción de la filosofía como la moderna, que antepone la razón a la fe, o que incluso las contrapone, habría sido totalmente rechazada por el cristianismo. Pero una concepción de la filosofía como la que hemos visto que tenían los antiguos, no ofrecía reparos para el cristiano. Se trataba, solamente, de mostrar que los dogmas revelados eran superiores a los dogmas de las escuelas paganas. Pero el principio fundamental de acuerdo entre el cristianismo y la filosofía antigua radicaba en esto: la filosofía es fe que busca comprensión, según descubrió San Agustín. Se busca comprender lo que se ama, lo que previamente se ha aceptado con amor incondicional. El ejercicio de la meditación no tiene otra finalidad que esa: conocer más, para amar mejor y mejor cumplir la voluntad del amado, o de lo amado.
Decía más arriba que esta concepción de la filosofía es totalmente extraña a la mentalidad moderna y contemporánea. Queda por defender la tesis de que es una concepción legítima de la filosofía. Me parece que aquí tocamos fondo: no podemos juzgar una concepción de la filosofía con los parámetros de otra concepción de la filosofía. La filosofía moderna parte de unos supuestos; la filosofía antigua parte de otros. ¿Qué supuestos son mejores? La pregunta no tiene sentido, pues no existen metacriterios ahistóricos, por así decirlo, que nos permitan juzgar cualquier concepción dada de la filosofía. Pero si esto es así, entonces el sueño de la modernidad de alcanzar el conocimiento perfecto, el punto arquimédico desde el cual juzgar todas nuestras pretensiones de verdad, se viene abajo, y el filósofo antiguo obtiene su revancha: sólo existen formas de vida, que tratamos de justificar de peor o mejor manera. Es preferible creer en los mitos, sabiendo que son mitos (pero reconociendo su importancia para configura nuestras vidas), a creer en los mitos creyendo que son verdad (y forzando a los demás a creen en ellos).
- Por Que Las Personas Se Comportan De Manera Racional?
El hombre como tal ha desarrollado su conocimiento a partir de de las preguntas que se formula y la forma como busca responderlas. este es un ser racional por que piensa, actúa, se desarrolla etc., ya que este si no fuera racional se parecería a un animal "irracional".
- Diferencia Entre Razon,Razonable Y Racional?
"Tener la razón" de algo es cuando formulamos una teoría sobre un hecho que ocurrió, que ocurre o que ocurrirá y, en determinado momento, nuestra teoría se demuestra como lógica y verdadera.
Esa teoría lógica y verdadera fue producto, seguramente, de un pensamiento racional.
El pensamiento racional busca el principio de la realidad última de las cosas, prescindiendo de toda fundamentación religiosa o mística. Busca la sustancia o el fundamento de todo, para llegar a la verdad o a la consecuencia real.
Cuando se llega a esa verdad, entonces "Se encuentra la razón" o se llega a "tener la razón".
Esa teoría lógica y verdadera fue producto, seguramente, de un pensamiento racional.
El pensamiento racional busca el principio de la realidad última de las cosas, prescindiendo de toda fundamentación religiosa o mística. Busca la sustancia o el fundamento de todo, para llegar a la verdad o a la consecuencia real.
Cuando se llega a esa verdad, entonces "Se encuentra la razón" o se llega a "tener la razón".
- Concepción Antropológica De Malebranche
El pensamiento de nicolas malebranche está en el ocasionalismo en la que dice que Dios es la única causa verdadera siendo las demás causas ocasionales, por lo tanto el conocimiento no se debe a la interacción con los objetos sino las cosas serian vistas en Dios.
Dios no es conocido de forma directa sino de modo indirecto en las cosas creadas, argumenta que el cuerpo es pasivo y no actúa y el alma es inmaterial, no puede ser movido por el cuerpo, Dios actúa sobre ellos haciendo que el alma actué con los movimientos del cuerpo y el cuerpo con la voluntad del alma.
Las ideas no son puestas por nosotros sino Dios es el creador y el pone las ideas en nosotros, para concluir Dios es el que hace que el cuerpo y el ama interactúen y que el hombre obtenga el conocimiento el hombre por si solo queda limitado.
- Leibriz
Expresa la Enciclopedia Católica que Leibniz no encuentra dificultad en establecer la inmaterialidad del alma. Según su monadología, todas las mónadas son inmateriales, o mejor dicho, parcialmente inmateriales y parcialmente materiales.
El alma humana no es una excepción. Su inmaterialidad no es absoluta, sino únicamente relativa, en el sentido que su región de representación clara es de tal grado mayor que la región de representación oscura, que esta constituye prácticamente una cantidad insignificante.
Del mismo modo, y hablando absolutamente, la inmortalidad del alma no es un privilegio único. Todas las mónadas son inmortales, puesto que cada una de ellas es una fuente autónoma de acción, que ni es dependiente de otras mónadas ni es influenciada por ellas y puede, consecuentemente, seguir actuando indefinidamente sin interferencia.
El alma humana, empero, es peculiar en este aspecto, en cuanto es su conciencia (apercepción) la que la habilita para actuar su independencia. Es, por tanto, la conciencia que tiene el alma de su propia inmortalidad la que hace que la inmortalidad humana sea distinta de todas las demás.
Del mismo modo, y hablando absolutamente, la inmortalidad del alma no es un privilegio único. Todas las mónadas son inmortales, puesto que cada una de ellas es una fuente autónoma de acción, que ni es dependiente de otras mónadas ni es influenciada por ellas y puede, consecuentemente, seguir actuando indefinidamente sin interferencia.
El alma humana, empero, es peculiar en este aspecto, en cuanto es su conciencia (apercepción) la que la habilita para actuar su independencia. Es, por tanto, la conciencia que tiene el alma de su propia inmortalidad la que hace que la inmortalidad humana sea distinta de todas las demás.
Comentarios
Publicar un comentario